Sabiduría Mí­stica

Durante todas las edades, el hombre ha soñado con salir del caos de la existencia y ser libre. Presiente que tiene la posibilidad de convertirse en un ser mágico lleno de poder, y que en alguna parte, dentro de sí mismo, está el camino. Refleja esta esperanza en los mitos, relatos que pasan de generación en generación trascendiendo los cambios culturales. Estas historias son un espejo de lo que el hombre es, de las leyes que funcionan en toda la creación, de la arcaica sabiduría y de las principales experiencias arquetípicas humanas en el camino de la evolución. Símbolos, mitos e imágenes son formaciones espirituales que permiten comprender mejor al hombre, un mapa para llegar a otras realidades y una guía para trascender la condición humana. Detrás de las historias de dioses y héroes, subyace una enseñanza subjetiva que apela, por medio de símbolos, a significados universales que están en un nivel muy profundo de la psique, al que Jung llamó el inconsciente colectivo. Allí prevalecen los arquetipos, fuerzas o complejos de fuerzas, patrimonio de la humanidad, que se manifiestan de diferente manera, pero que siempre pueden reconocerse analógicamente. Entre el Thot egipcio, el Hermes griego, el Odín germánico, el Henumán hindú y el Quetzalcóatl mexicano hay una sutil vinculación y una temática común que se refleja en el universo simbólico de los pueblos que lo adoraron. De este territorio surgen la poesía, la magia, la mística, el esoterismo y la religión, mundos de símbolos que confluyen y se reflejan en las imágenes desconcertantes del tarot. El Loco, por ejemplo, es el O, lo inmanifestado, el caos. Como tal, representa las posibilidades no realizadas que pueden tomar el camino de la locura o la inocencia, la ebriedad o la pureza, encarnadas en la leyenda griega del dios hermafrodita Dionisio-Baco, hijo de Semele y Zeus. Perseguido por los celos de Hera, se convierte en un buscador que ha de pasar por la experiencia de su destrucción y renacimiento. Comete locuras y errores, pero finalmente apela a su sabiduría interna.


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