ASTROLOGÍA CHINA: DRAGÓN

LOS AÑOS DEL DRAGÓN:   1904   1916   1928   1940   1952   1964   1976   1988   2012   2024   2036   2048

El nativo Dragón tiene porte, encanto, magnetismo y personalidad. Nunca pasa desapercibido. Es oportunista y especialmente receptivo a las corrientes del pensamiento, modas, ideas... que están en el aire, al arte de sorprender, a anticipar principios o conceptos todavía en estado embrionario. El encarnará los proyectos y los reivindicará como hechos ya consumados ante todo el mundo. 

A pesar de su apego visceral al pasado, que respeta e incluso a veces venera, siempre se lanza hacia el futuro. Avanza, evoluciona. La mayoría de las veces, duda, busca, experimenta, pero cuando ha tomado una decisión, va hacía el final de lo que ha empezado con entusiasmo, dispuesto y con una voluntad que provoca admiración. Además, le gustan las situaciones espectaculares, los desafíos, las hazañas, la representación. Le gusta llamar la atención y suscitar admiración. Tiene tendencia a la pomposidad y a la originalidad, que puede llegar a ser excesiva, ostentosa o provocadora. Su necesidad de reconocimiento es, sin embargo, superficial. Es la máscara de una inseguridad interior, una incapacidad de profundizar, una ansiedad fundamental que lo empujan a actuar sin cesar, a intervenir en todo lo que sucede, a ser exigente e impaciente, susceptible y colérico, a malgastar energías.

No obstante, a veces también se desanima, cabizbajo, tras haber emprendido algún proyecto que resulta estar por encima de sus fuerzas. Al igual que nuestro nativo Aries, el Dragón es a menudo todo fuego y llamas. Se lanza directo contra el obstáculo porque está convencido de que no existe,hasta el día en que, atrapado en su falta de reflexión y previsión, reacciona muy violentamente. Los arrebatos del Dragón son breves pero temibles y destructores. Los podemos comparar con un seísmo. No soporta que frenen su impulso. Sin embargo, tendría muchos menos fracasos si no buscase a toda costa la aprobación de admiración incondicional de los demás, la proeza y la supremacía, la independencia y la originalidad y escuchase más los puntos de vista de los demás. Su carácter entusiasta y ardiente trae suerte, ya que fuerza los acontecimientos a evolucionar en el sentido que él ha escogido.

Así si lucha por una causa, podemos estar seguros de que tendrá éxito allí donde muchos han fracasado.

Al nativo Dragón le atraen los amores que se salen de lo común, las pasiones devastadoras, las situaciones aventureras, teatrales. Quiere ser amado con locura, de una manera exclusiva, excepcional, absoluta. Tiene necesidad de halagos, pero no siente menos la necesidad de experimentar una profunda estima hacia su pareja. Para el Dragón, sin la pareja no hay amor posible.

DRAGÓN-ARIES: este nativo no descansa nunca; siempre tiene algo que hacer, un proyecto que realizar, una acción que emprender, una tarea o una misión que cumplir. Siente la necesidad de intervenir, de tomar partido, de estar siempre ahí donde ocurre algo. Personalidad ineludible, peca a menudo de intemperancia, impaciencia y falta de tacto. Al no saber frenarse a tiempo o tener tendencia a abusar de sus fuerzas, a veces se arriesga inútilmente.

DRAGÓN-TAURO: Me gustaría decir a este nativo: desconfía de la tierra que duerme o con el dragón que dormita en esta naturaleza en apariencia tranquila, llena de sentido común y con los pies en el suelo. Pues, cuando se embala, nada lo puede detener y la tierra tiembla a su paso. Suavemente pero con seguridad, con una fuerza tranquila imperturbable, va a donde quiere, hace lo que ha decidido hacer y es imposible hacerle cambiar de opinión o de camino. Por cierto, es mejor no cruzarse en su camino.

DRAGÓN-GÉMINIS: Si bastara con tener imaginación para que nuestros sueños se volviesen realidad, este nativo sería un rey sobre la Tierra. Sus teorias, sus principios, sus planes, sus ideas y sus proyectos son muy seductores, pero, todo lo que decimos no vale nada sin nuestros actos. Como un fuego de paja, quema rápidamente sus cartuchos, se abrasa, pero no queda saciado. Su encanto y su forma de hablar son muy seductores, aunque no siempre es suficiente.

DRAGÓN-CÁNCER: Por fuera da una impresión de dulzura, de comprensión, de calma y de benevolencia. En el fondo, la ambición crece y se agudiza su ansia de dominación. Quiere ser amo absoluto de su hogar. Sus convicciones son inamovibles. Es un político agudo, un hábil diplomático que puede mostrarse a veces fanático, perseverante o intratable, y posee el arte de adelantarse a los deseos y las intenciones de los demás para obtener lo que quiere.

DRAGÓN-LEO: ¡Que se sepa! donde quiera que viva, cuales quiera que sean sus motivaciones o sus centros de interés, es el dueño y señor del lugar. Toma el poder, impone su supremacía, reina con la misma sencillez que respira. Tiene amplitud de miras y resulta tan convincente, que el mundo le pertenece y se apodera de él con un aplomo increíble. Para conseguirlo no duda en utilizar a los demás, a los que sin embargo no despreeeeecia, pero que se convierten en instrumentos en sus manos. Es leal, aunque ambicioso y egoísta ante todo.

DRAGÓN-VIRGO: Si a alguien le gusta planificar, es a este nativo. En efecto, toda su vida parece organizada y planificada minuciosamente y día a día, con una meta precisa, para tener todas las posibilidades de alcanzarla sin dejar nada al azar. Muy bien anclado en su vida social y material, es el que tira del carro, como se suele decir. Sin aparentarlo, acaba beneficiándose de una situación envidiable, obtenida gracias a su trabajo de hormiga aplicada.

DRAGÓN-LIBRA: Charla y dialoga toda la noche a la luz de la luna para arreglar el mundo; sabe lo que quiere decir. Le gusta escuchar a los demás, aunque también necesita hacerse oír. Es consciente de que no hay nada más cambiante que la verdad, pero na necesita para vivir. Encantador, tolerante y refinado, es uno de los pocos nativos de Libra que, habiéndose tragado un dragón, es capaz de apasionarse. Y cuando adopta un aire apasionado, se vuelve irresistible. ¡Posee la belleza del diablo!.

DRAGÓN-ESCORPIO: No es tanto la sed de triunfo y la ambición lo que le mueve, sino el amor al combate, la lucha cuerpo a cuerpo preferentemente. Sus ojos brillantes y su mirada penetrante fascinan, embrujan, hipnotizan a sus interlocutores o sus adversarios. Es muy posesivo, no soporta ninguna dependencia. Intransigente e inflexible, puede mostrarse permisivo y permitirse todos los excesos. Cúmulo de contradicciones, es feroz, indomable, pero muy atractivo.

DRAGÓN-SAGITARIO: Si hay que arriesgarse, realizar una proeza, está siempre dispuesto. Tiene sed de aventuras, de libertad, de movimiento. Está siempre al acecho de la situación o de la circunstancia extraordinaria. Más que ser generoso, actúa de manera espontánea y desinteresada, su única motivación es la de huir de la monotonía y de no vivir como todo el mundo. Entonces da y se da sin reparar en medios, pero no es fácil seguirlo ni alcanzarlo.

DRAGÓN-CAPRICORNIO: Este nativo tiene un sentido innato del poder. Cualquiera que sea su campo de predilección, quiere alcanzar la cumbre.. Orgulloso, muy susceptible cuando se trata de jerarquía y de honor, fundamentalmente recto e íntegro, persigue su objetivo ambicioso sin aflojar ni desistir. Muy selectivo en sus relaciones, muestra una fidelidad sin brechas. Pero, sin que sea paradójico, no se entrega jamás y su facultad para discernir es temible.

DRAGÓN-ACUARIO: No se puede ser más independiente e inconformista que este nativo. Impulsado por una voluntad de dominar las circunstancias y una sed de libertad insaciable, llega a un compromiso consigo mismo viviendo el instante presente con una rara intensidad. Le interesan todas las experiencias de la vida, pero en cuanto las ha probado, pasa a otra cosa. Le gusta el cambio, la novedad, lo imprevisto. Va a donde su corazón lo lleva y sólo se rinde cuentas a sí mismo.

DRAGÓN-PISCIS: Este nativo es un verdadero Dragón anfibio. Flexible, ligero, aéreo, mueve las ideas y los sueños, vive en otro mundo que sabe hacer accesible e inteligible para él. Y, de repente, se sumerge en el fondo de sí mismo para volver a las raíces de sus prolíficas emociones. Enamorado, pasmado, romántico, sensual y magnético, levanta montañas de pasión, pero cuando se siente herido o decepcionado, puede causar estragos. Sus cóleras son legendarias.

TAROT SABIDURÍA METAFÍSICA  -MARA-


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